El archipiélgado del Dodecaneso es un conjunto de islas, 12 grandes y unas 200 entre pequeñas y minúsculas, en la zona meridional del Mar Egeo, entre las costas de Turqía al este y las islas Cícladas al oeste.
Las islas del Dodecaneso no tienen uniformidad geográfica entre ellas pero se caracterizan por aguas cristalinas, playas de arena o gravilla, importantes restos arqueológicos, monumentos bizantinos y arquitectura medieval debida a la larga dominación veneciana. Lo que une a estas islas es su historia y sus ocupaciones: la de los caballeros de las cruzadas a la de los turcos, la ocupación italiana a la anexión griega.
Cada isla tiene su propio encanto, paisajes fascinantes y un mar límpido, una naturaleza incontaminada y tradiciones importantes. Las menos conocidas e incontaminadas son Leros o Pserimos, mientras Rodas y Kos, las islas más grandes y cosmopolitas, son la meta de veraneantes durante todo el año.
También Kárpatos se está afirmando turísticamente mientras Kálimnos es la meta de los amantes de la escalada sobre roca. Tilos tiene un enorme parque ecológico protegido por tratados internacionales, Patmos es muy popular entre los peregrinos desde el momento en que en una de las cuevas de la isla San Juan Evangelista, discípulo de Cristo, escribiera el Libro de las Revelaciones y Astipalea es la isla más occidental del archipiélago y tiene características arquitectónicas sea de las Cícladas que del Dodecaneso.
Pueblos que visitar además de la Ciudad de Rodas, son Lindos en Rodas, Olimpos en Kárpatos, Zia en Cos y Chorio en Simi. Además, cada isla e islote es de por sí un museo natural único.