Después del Partenón, el templo más famoso de la antigua Grecia, es seguramente el Erecteión (en griego Erechthion) el que más llama la atención dentro de la Acrópolis de Atenas.
El mérito de esta fascinación corresponde a las mujeres que, con sus cuerpos sinuosos y su mirada imperturbable, soportan el peso del edificio: hablamos, por supuesto, de las famosas Cariátides, las estatuas más fotografiadas de la Acrópolis.
Gráciles en sus posturas, ataviadas con elegantes ropajes, incansables en el cumplimiento de su función estructural, las Cariátides parecen contemplar desde hace milenios un punto del horizonte inaccesible para el común de los mortales. Uno se pregunta qué están mirando o pensando, como si fueran mujeres de carne y hueso y no obras maestras del arte.
Estar ante el Erecteión es uno de los momentos culminantes de una visita a la Acrópolis, la principal atracción de Atenas. Merece la pena saber más sobre este tesoro de la arquitectura clásica y sus enigmáticas columnas.
El Erecteión es un templo griego de estilo jónico y dórico, hecho enteramente de mármol.
Tiene una forma inusual, debida en parte al terreno irregular sobre el que se levanta y en parte a la necesidad de mimetizarse con los demás edificios religiosos ya presentes en la Acrópolis. La planta asimétrica del edificio incluye un cuerpo central, un pórtico norte y un pórtico sur con diferentes alturas y tejados.
Esta ingeniosa obra se construyó entre los años 430 y 395 a.C. en el lugar donde Poseidón y Atenea libraron su batalla por la región: el primero clavó su tridente en el suelo y dio origen a un caballo, la segunda clavó un olivo con una lanza y con ello se alzó con la victoria.
Se trata de un eapartamentodio clave de la mitología griega, por lo que éste era un lugar sagrado muy importante para los antiguos, lo que explica por qué querían construir este templo a toda costa. A pesar de las dificultades del terreno rocoso, los elevados costes y los problemas derivados de una guerra en curso, los trabajos de construcción nunca se interrumpieron.
El templo recibió el nombre de Erecteo, sexto rey de Atenas, que era adorado como un dios. El edificio que vemos hoy es en parte original, en parte reconstruido en época romana (fachada oeste) y en parte sustituido por copias (las Cariátides).
El nombre de Cariátides se refiere a las seis columnas en forma de doncella que sostienen el pórtico sur del Erecteión, a veces denominado en las guías como Logia de las Cariátides, a veces como Pórtico de las Corai.
Los dos nombres diferentes se explican rápidamente. Las sinuosas doncellas representadas en las estatuas se inspiraron en las korai, jóvenes de Karyai que realizaban danzas rituales en honor de la diosa Artemisa. Karyai (de ahí el nombre de Cariátides) es una antigua ciudad que corresponde a la actual Karyes; está situada en Laconia, al sur del Peloponeso.
En realidad, no hay acuerdo sobre el significado de Cariátides. Las bailarinas de Corai son la hipótesis más creíble hoy en día, pero para algunos estas estatuas de dos metros de altura representan a las mujeres de Cariátides esclavizadas por los persas en un acto de expiación por una falta, mientras que para otros son las seis hijas de Erecteo, una de las cuales murió como sacrificio a los dioses y las otras se suicidaron por pena.
El misterio sin resolver no hace sino aumentar su fascinación. Por desgracia, sin embargo, las estatuas que admiramos en la Acrópolis son en realidad copias hechas con moldes de yeso para sustituir a las originales a finales de la década de 1970.
Para protegerlas del inevitable deterioro, las estatuas originales fueron trasladadas al Museo de la Acrópolis, donde aún hoy pueden admirarse; una excepción es una cariátide retirada en el siglo XIX por el inglés lord Elgin y expuesta ahora en el Museo Británico de Londres. Cinco de las seis están en buen estado, mientras que una resultó gravemente dañada por un cañonazo durante la dominación otomana.
El museo está a 1 km, pero cuidado: la entrada no está incluida en el billete normal de la Acrópolis.
Hay que señalar que las Cariátides del Erecteión no son las únicas cariátides que se encuentran en la arquitectura griega clásica, al contrario, era habitual utilizar columnas con forma humana; sin embargo, son, sin duda, las más famosas.
No es posible acceder al interior del Erecteión, por lo que este monumento sólo puede admirarse desde el exterior. Sin embargo, como se encuentra dentro de la zona arqueológica, en lo alto de la Acrópolis, sigue siendo necesario comprar un billete de entrada para verlo.
El billete de entrada a la Acrópolis te permite moverte libremente por el recinto arqueológico y ver todos sus monumentos. Existen entradas combinadas que te permiten visitar la Acrópolis y otras atracciones principales de Atenas; considera también la posibilidad de que te acompañe un guía para apreciar mejor los monumentos antiguos que vas a ver.
Como la Acrópolis es el monumento más visitado de Grecia y uno de los más visitados de Europa, te recomendamos encarecidamente que compres las entradas por Internet para saltarte las largas colas de las taquillas. Intenta también llegar temprano por la mañana o, alternativamente, después de las 17.00 horas para evitar las aglomeraciones de turistas.
Para más información sobre las entradas y las visitas guiadas disponibles, visita la página de la Acrópolis.
Si tienes poco tiempo y quieres participar en una visita completa a la Acrópolis, te recomendamos que elijas una visita guiada de las que se indican a continuación.
Una vez que entres en la Acrópolis desde los Propileos, su monumental entrada antigua, sólo tienes que seguir recto para encontrarte con el Erecteión.
A los Propileos se puede llegar a pie por senderos ascendentes que parten de las taquillas de la Acrópolis: hay dos, situadas en puntos distintos. Resígnate a caminar porque no hay lanzaderas ni otros medios de transporte que operen desde las taquillas hasta los Propileos, y por tanto tampoco hasta el Erecteión.
La mejor forma de llegar a las taquillas de la Acrópolis es tomar el metro. Las paradas recomendadas son Akrópolis y Monastiraki, situadas a unos 400 metros de las taquillas.
El Erecteión está situado en la parte norte de la Acrópolis de Atenas, junto al Partenón (a la izquierda viniendo de la entrada). La Acrópolis se encuentra en el centro de la ciudad.