¿No juzgues un libro por su cubierta? Pues bien, este dicho no se aplica si el «libro» en cuestión es la Acrópolis de Atenas y la «cubierta» sus Propileos. A la principal atracción de Grecia, emblema de la belleza y la perfección clásicas, se accede a través de una entrada monumental cuya majestuosidad hace plena justicia al esplendor de lo que admirarás en su interior.
En la antigüedad, los Propileos de la Acrópolis eran una zona fronteriza que separaba claramente lo sagrado de lo profano. Al cruzar los Propileos, el fiel se preparaba espiritualmente para entrar en un lugar enteramente dedicado al culto de las divinidades.
Aunque esta función ha desaparecido, los Propileos conservan una grandeza impregnada de misticismo que invita al silencio religioso. O quizá simplemente uno se queda mudo de asombro ante tanta belleza.
Durante siglos, la estructura de los Propileos ha encantado a cualquiera que pasara por Atenas. En el siglo XIX, impulsada por el gusto neoclásico, esta estructura se impuso como alternativa al modelo romano del arco triunfal; los Propileos inspiraron también la Puerta de Brandeburgo, monumento emblemático de Berlín inaugurado a finales del siglo XVIII. Te garantizamos que a ti también te encantará.
Y esto es sólo el principio. Una vez que hayas admirado los Propileos, el encanto continúa en el interior de la Acrópolis: te esperan el Partenón, el Erecteión y otros monumentos de igual importancia y belleza.
Propileo es un término genérico utilizado en arquitectura para indicar una arcada delante de un templo o palacio: el nombre deriva de los Propileos de la Acrópolis de Atenas, que por tanto no son los únicos que existen en el mundo, sino simplemente los más famosos. Algunas guías utilizan el término Propileo en singular para referirse a los Propileos de Atenas.
Llamarlos pórticos es en realidad reductivo, pues se trata de una construcción más compleja, con una columnata exterior de orden dórico, un cuerpo central con una escalera de acceso y tres columnas jónicas a cada lado, cinco puertas de acceso a la Acrópolis y una columnata interior similar a la exterior. El proyecto incluía también varias salas con distintas funciones, pero sólo se construyó una de ellas: se denomina pinacoteca, pero cumplía la función de salón de banquetes.
A diferencia de otros edificios de la Acrópolis, los Propileos no eran un templo y, por tanto, no tenían ninguna función religiosa, simplemente marcaban la entrada a la zona sagrada: esto explica la falta de decoración en los frontones y las metopas.
Los Propileos empezaron a construirse en el año 437 a.C. y duraron cinco años. El lugar donde se construyeron coincide con el de las fortificaciones anteriores ordenadas por Pisístrato, que a su vez se levantaban en el emplazamiento de fortificaciones anteriores de época micénica.
No se entra en los Propileos: se pasa a través de ellos, como una puerta gigante o un arco de triunfo. Para entrar en los Propileos, debes comprar una entrada a la Acrópolis de Atenas. No es posible verlos sin entrar en la zona de pago porque están a cierta distancia de las taquillas.
Puedes optar por comprar la entrada estándar sólo para la Acrópolis, una entrada combinada o un pase turístico con acceso a varias atracciones o incluso una visita guiada: en todos los casos es mejor comprar en línea, si es posible antes de la salida.
La razón por la que recomendamos comprar las entradas por Internet es que la Acrópolis es el monumento más visitado de toda Grecia y uno de los más visitados de Europa, por lo que todos los días la visitan multitudes de turistas. Las entradas para saltarse la cola compradas en línea te permiten evitar largas y estresantes esperas.
Para más información sobre las entradas y las visitas guiadas disponibles, visita la página de la Acrópolis.
Si tienes poco tiempo y quieres participar en una visita completa a la Acrópolis, te recomendamos que elijas una de las visitas guiadas que se indican a continuación.
Se puede llegar a los Propileos a pie, recorriendo los caminos que parten de las taquillas de la Acrópolis y subiendo una empinada escalinata. Ten cuidado porque hay varias taquillas, situadas en distintos puntos, pero en todos los casos desde las taquillas en adelante hay que caminar porque no hay lanzaderas ni otros medios de transporte que lleven a los Propileos.
La forma más rápida y cómoda de llegar a las taquillas de la Acrópolis es tomar el metro. Las paradas recomendadas son Akrópolis y Monastiraki, situadas a unos 400 metros de las taquillas.
Los Propileos ocupan el borde occidental de la elevación rocosa sobre la que se erigieron los edificios de la Acrópolis. Representan la única entrada a la zona arqueológica de la Acrópolis, aunque puedes acceder a los Propileos desde distintos puntos según la taquilla por la que entres.
La Acrópolis de Atenas está situada en el centro de la ciudad.