Durante décadas, las vacaciones en Grecia han sido sinónimo de un viaje a Atenas o una estancia en las islas. Pero, quizá cansados deir de isla en isla o simplemente deseosos de conocer mejor un país y una cultura que tienen mucho en común con nosotros, los turistas muestran cada vez más interés por la Grecia continental.
Es un territorio vasto y extremadamente diverso, con una forma irregular que puede describirse aproximadamente como un cuerpo central con un vástago de tres dedos al norte (la península de Calcídica) y un apéndice de tres puntas al sur (el Peloponeso).
La Grecia continental es sin duda el destino principal para quienes se sienten irresistiblemente atraídos por las ruinas antiguas: Atenas, Olimpia, Micenas, Esparta, Delfos y otros hitos del clasicismo griego se encuentran en el continente, así como espléndidos museos, anfiteatros y santuarios menos conocidos pero fascinantes.
La Grecia continental es también una buena alternativa a las islas para quienes deseen unas vacaciones de playa: su accidentado litoral esconde calas y playas de ensueño bañadas por aguas azules y transparentes. De norte a sur, a lo largo de la costa este y de la costa oeste, seguro que encuentras todo lo que esperas encontrar en las islas: un mar precioso, playas de ensueño, buena comida, cálida hospitalidad.
Las montañas del norte de Grecia, así como el Peloponeso, son destinos ideales para unas vacaciones relajantes en el campo, lejos del ajetreo de la modernidad.
Y luego están los monasterios de Meteora, las compras en Tesalónica, el tren de Pelos, las ciudades multiculturales de Tracia… en la Grecia continental hay algo para todos, desde el turista cómodo hasta el viajero aventurero en busca de destinos insólitos.
Lo importante es saber adónde ir, y para eso está nuestra miniguía de Grecia continental: dividida en regiones y macrozonas, contiene los lugares más bellos de cada zona. ¡Elegir dónde ir este año en Grecia será fácil!
El Ática es la región meridional de Grecia que incluye en su territorio la capital del país. Obviamente, Atenas es la estrella turística de la región: mundialmente famosa por su espléndida Acrópolis coronada por el Partenón, símbolo del clasicismo, es una metrópolis fascinante y palpitante de energía. Un destino ideal para una fantástica estancia de dos o tres días… ¡sin duda querrás quedarte más tiempo!
Atenas es también el punto de partida de unas vacaciones en las islas griegas. Desde El Pireo, el principal puerto de Grecia, salen transbordadores a las islas famosas y a las menos conocidas sin aeropuerto.
El resto de la región permanece fuera del circuito turístico internacional, aunque atrae un fuerte turismo local. En los meses de verano, muchos balnearios del Ática, sobre todo los de la Costa de Apolo, son literalmente tomados al asalto por los atenienses, especialmente los fines de semana.
El Peloponeso es la región más famosa de la Grecia continental, gracias a las gloriosas ciudades del pasado cuyas ruinas podemos admirar hoy. Hablamos de Olimpia, cuna de los Juegos Olímpicos, Micenas, reino de Agamenón, y Esparta, eterna ciudad-estado rival de Atenas: tres nombres imborrables en la memoria colectiva, ligados a historias y leyendas que son la base de la cultura europea y mediterránea.
Aunque formalmente sigue considerándose una península, el Peloponeso se convirtió en una isla con el corte del Canal de Corinto a finales del siglo XIX. Se puede llegar fácilmente en ferry desde Italia gracias al puerto de Patras y no necesitas ir a ningún otro sitio para pasar unas vacaciones memorables: la región ofrece una increíble cantidad y variedad de cosas que ver y hacer.
Es imposible resumir en un párrafo las atracciones imprescindibles del Peloponeso: esta región concentra todo lo mejor de unas vacaciones en Grecia. Además de los lugares míticos (y aquí hay que añadir Epidauro con su magnífico teatro), en el Peloponeso puedes visitar zonas remotas y tradicionales como la península de Mani, espectaculares desfiladeros, ruinas bizantinas y paisajes montañosos. También puedes experimentar el idilio bucólico de la región de Arcadia.
Ni que decir tiene que para quienes deseen unas vacaciones de playa, hay una amplia selección de lugares. Kalamata es perfecta para quienes quieran combinar un hermoso mar y un ambiente urbano, Nauplia es más romántica; la playa más hermosa del Peloponeso, sin embargo, es Voidokilia, a 7 km de Pilos.
Grecia Central es una de las favoritas de los aficionados a la historia. Es el corazón geográfico de la Grecia moderna, pero también el corazón simbólico de la Grecia antigua. En esta región se encuentra Delfos, la ciudad del famoso oráculo, que para los antiguos representaba el centro del mundo y el lugar donde los humanos podían entrar en comunicación directa con los dioses.
Otros lugares vinculados al mito son el monte Parnaso, hoy popular destino de esquiadores, y la antigua Tebas.
Las ciudades costeras de la región, con vistas al golfo de Corinto o al mar Egeo, son destinos turísticos locales a tener en cuenta si no te gustan los centros turísticos costeros: fíjate en los nombres Galaxidi, Nafpaktos, Messolongi. El equivalente para los amantes de la naturaleza y el senderismo es el Parque Nacional de Iti.
Tesalia sólo necesitó una atracción para convertirse en una de las zonas más visitadas de la Grecia continental. Es en esta pequeña región centro-oriental donde encontrarás Los Meteoros, seis fascinantes monasterios antiguos encaramados a pináculos de arenisca.
Puedes visitarlos en una excursión de un día desde Atenas, pero es un viaje largo y no te permite saborear plenamente la magia de este lugar. Es mejor pasar una noche o más en Kalambaka o Kastraki, las dos pequeñas ciudades al pie de las montañas rocosas sobre las que se alzan los monasterios.
Si buscas unas vacaciones junto al mar en Tesalia, tu destino es la península de Pelión, una exuberante franja de costa a lo largo de la cual encontrarás playas y calas que no tienen nada que envidiar a otros balnearios más famosos. Volos es la ciudad desde la que explorar la península.
Si prefieres las montañas, puedes subir a la cima del pico más emblemático de Grecia, el mítico monte Olimpo.
Muchos turistas pasan por Epiro, pero pocos se detienen: llegan al puerto de Igoumenitsa y parten inmediatamente hacia otros destinos. Es una pena: esta pequeña región del noroeste de Grecia esconde tesoros que no debes perderte.
Sin duda merece la pena detenerse en Ioannina, una bonita y animada ciudad universitaria enclavada a orillas de un lago. Quédate al menos una noche para tener tiempo de recorrer tranquilamente el centro de la ciudad, hacer una excursión en barco a la isla de To Nisi y disfrutar de una velada en uno de los muchos bares del centro.
Una visita obligada para los amantes de la naturaleza y los excursionistas es Zagorohoria, una encantadora zona montañosa de desfiladeros (incluido el espectacular desfiladero de Vikos), bosques y pueblos donde el tiempo parece haberse detenido.
El Epiro también debería ser considerado por quienes deseen unas vacaciones de playa lejos de los balnearios más conocidos de Grecia. Parga es una muy buena opción: hermosas playas, espléndido mar, un romántico casco antiguo y hoteles a buen precio.
La región griega de Macedonia se confunde a menudo con Macedonia del Norte, que es una república independiente, y con la Macedonia histórica, un extenso territorio dividido ahora entre seis naciones diferentes.
La Macedonia griega es, pues, una parte de la Macedonia histórica. Es una región muy extensa, que ocupa gran parte del norte de Grecia y abarca realidades completamente distintas… lo que significa que Macedonia es un destino para muchos tipos de vacaciones diferentes.
Perfecta para una escapada urbana fuera de lo común es Salónica, la segunda ciudad más grande de Grecia. Aunque menos encantadora que Atenas, al igual que la capital ofrece suficientes museos, tiendas y clubes como para llenar dos o tres días de satisfacción. Hay playas urbanas de fácil acceso, ciertamente no las más bellas de Grecia, pero adecuadas para un chapuzón refrescante tras las visitas a los museos.
Para unas vacaciones junto al mar, estudia bien el mapa de la península de Calcídica: es una península formada a su vez por tres penínsulas (Casandra, Sithonia y el monte Athos), tres dedos que se cuelan en el Egeo septentrional. A lo largo de los 500 km de costa de la zona, se suceden encantadoras playas y bahías, todas ellas a la espera de ser descubiertas. Hay para todos los gustos, desde playas de fiesta abarrotadas de gente hasta calas solitarias donde nadie te molestará.
Si quieres combinar mar, montaña y mito en unas vacaciones, instálate en Litohoro, una pequeña ciudad situada en la costa noreste de Grecia continental, cerca de la ladera oriental del monte Olimpo.
Tracia es el extremo nororiental de la Grecia continental. Enclavada entre Bulgaria y Turquía, es una zona remota de ambiente fronterizo. Pocos turistas se aventuran por aquí, y no tanto por la lejanía como porque Tracia no se corresponde con la imagen de postal de Grecia.
La identidad multicultural de esta región ha sido modelada a lo largo de los siglos por la sucesión de imperios y flujos migratorios que han dejado claras huellas de pueblos y culturas diferentes. Aquí, las iglesias conviven con las mezquitas, la musaca con los kebabs, la lengua griega con el turco y el pomak (dialecto búlgaro).
Es un destino muy fascinante, recomendado para viajeros curiosos en busca de destinos insólitos y para los amantes de las sugerencias multiculturales. No faltan atracciones.
Las ciudades son los mejores destinos para saborear plenamente el crisol cultural que caracteriza a la región: puedes detenerte en Alexandroupoli, la principal ciudad de la costa, o en Xanthi, Orestiada o Komotini.
Sin embargo, la verdadera maravilla de Tracia, aún casi desconocida para los turistas, son sus paisajes naturales. El delta del Evros y el Parque Nacional de Dadia-Lefkimi-Soufli son dos destinos ineludibles para los amantes del senderismo y la ornitología. No te pierdas los montes Ródope si buscas senderismo fuera de lo común o jornadas llenas de adrenalina practicando rafting y kayak.
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