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Atenas: tour guiado a la mitología de Delfos, su museo y Arájova
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Delfos y el oráculo: un vínculo inseparable. Parada imprescindible para los aficionados a la Grecia antigua y los que buscan los lugares del mito, el nombre de Delfos está indisolublemente ligado al oráculo más venerado y respetado de la religión griega.
Según las creencias antiguas, el oráculo era una mujer, la Pitia, sacerdotisa del templo de Apolo en Delfos: era ella quien, rodeada de misteriosos vapores, pronunciaba la esperada y a veces temida respuesta. Su respuesta, aunque enigmática, condicionaba profundamente las elecciones del consultante incluso sobre cuestiones muy serias, como la decisión de ir a la guerra o el lugar exacto en el que fundar una nueva ciudad.
Caminando por el escarpado paisaje de las montañas sobre las que se alzan las antiguas ruinas, no es difícil dejarse invadir por el misticismo y desear poder invocar todavía a un poderoso oráculo que aclare nuestra mente sobre asuntos importantes.
Por desgracia, no encontrarás a nadie que te diga qué hacer con tu vida, pero por otro lado, te esperan los restos de edificios milenarios en un entorno natural de extraordinaria belleza, emocionantes puestas de sol, un animado centro urbano lleno de bares y restaurantes típicos y multitud de senderos para pasear tranquilamente.
Y no olvides que Delfos es el ombligo del mundo, o eso creían los antiguos: gracias a las dos águilas lanzadas por Zeus en direcciones opuestas, que se reencontraron aquí mismo, en Delfos. En Delfos hay una razón para ello: ven y descúbrela.
La mayoría de los turistas vienen a Delfos en una excursión de un día para visitar las atracciones relacionadas con las antiguas leyendas que han hecho famosa a esta ciudad en todo el mundo y que sin duda representan las principales atracciones.
Sin embargo, si dispones de un poco más de tiempo, merece la pena que te detengas porque hay otras cosas interesantes que ver en Delfos, aunque menos conocidas.
La antigua Delfos es la razón por la que todo el mundo viene aquí, un lugar mágico e intemporal. Lo que podemos admirar hoy, por desgracia, no da idea de la opulencia y magnificencia de esta ciudad en la antigüedad, pero basta para comprender su importancia y dejarse seducir por el encanto milenario de estos lugares.
Pasadas las taquillas, un antiguo camino sagrado empedrado te conducirá ladera abajo hacia las antiguas ruinas.
La atracción imprescindible de la Antigua Delfos es, por supuesto, el Santuario de Apolo, considerado el hogar del oráculo.
Se trata de un complejo de edificios, calles, estatuas y columnas dominado por el Templo de Apolo, que data del siglo IV a.C., y que también incluye un teatro y un estadio (considerados los mejor conservados de Grecia). Desde las gradas más altas del teatro hay una espléndida vista de la antigua ciudad y de las montañas en las que se encuentra.
Otras atracciones del parque arqueológico son el antiguo gimnasio, la fuente de Castalia, donde los fieles se purificaban antes de consultar el oráculo, y el santuario de Atenea Pronaia, que también incluye un tholos del siglo IV a.C.
Este último es el monumento más fotografiado de Delfos: se trata de una estructura circular formada por una base de tres escalones sobre la que descansaban 20 columnas. Ahora pueden verse tres, reconstruidas en la década de 1940, de modo que la distinción entre las partes originales (más claras) y las restauradas (más oscuras) es evidente.
Muchos de los tesoros de la antigua Delfos han sido trasladados a un lugar adecuado para su conservación y exposición: el Museo Arqueológico de Delfos, una atracción de visita obligada para los amantes de la Grecia clásica, la historia y el arte.
Moderno y funcional, es un magnífico museo con nada menos que 14 salas. Lo más destacado de la colección es el Auriga, una estatua de bronce que celebra una victoria durante los Juegos Píticos en 478 ó 474 a.C., y la escultura de las Tres Danzantes en lo alto de la Columna Acanto.
También puedes admirar fragmentos de metopas del Tesoro de los Atenienses, partes del friso del Tesoro de los Sifnios, los llamados gemelos de Argos (dos kouroi, estatuas de hombres jóvenes) y el omphalós, una piedra tallada que en la Antigüedad se colocaba en el lugar que se consideraba el centro del mundo.
Una visita obligada para todos los amantes del teatro y de la historia griega es el Museo de los Festivales de Delfos. Ubicado en una elegante casa de principios del siglo XX, el museo está dedicado al poeta griego Angelos Sikelianos y a su esposa Eva Palmer, que trabajaron duro para que Delfos volviera a ser uno de los centros del teatro en Grecia.
Se exponen fotografías del poeta y su esposa empeñados en recrear la atmósfera solemne del teatro antiguo.
No sólo la antigüedad: Delfos es una ciudad moderna en la que la efervescencia cultural está más viva que nunca, como demuestra la fundación del Centro Europeo de Delfos, un centro cultural deseado por el ex primer ministro Constantino Karamanlis para promover la cultura en Delfos y convertirla en un punto de referencia internacional.
El centro se utiliza para espectáculos, exposiciones y conferencias, e incluye también un interesante parque de esculturas.
La mejor forma de visitar Delfos es con una visita guiada. La mayoría salen de Atenas, aquí están las que recomendamos, quizá en combinación con otras atracciones como Meteora.
La mejor forma de admirar el impresionante paisaje de Delfos y sus alrededores es a pie, recorriendo épicas rutas de senderismo.
A unos 18 km de Delfos se encuentra la magnífica Cueva Corícea, la mayor del Parnaso, antaño lugar de culto a Pan y las ninfas. Se puede llegar a pie con una fascinante aunque desafiante caminata: si decides hacerla, necesitarás todo el día; vete con ropa adecuada para el senderismo y provisiones de agua y comida.
Otro paseo bastante popular es el que va de Delfos a Chrissó y Kirra, que es más fácil que el anterior porque es en gran parte cuesta abajo.
Delfos es uno de los centros turísticos más visitados de Grecia y la oferta de hoteles y B&B es bastante amplia; hay, sin embargo, pocos apartamentos y casas de vacaciones.
Los viajeros de bajo coste no tendrán dificultad para encontrar una habitación sin pretensiones en una pensión o en un pequeño hotel familiar; los que deseen más comodidad pueden elegir entre hoteles de 3 ó 4 estrellas, incluidos algunos hoteles boutique y hoteles de lujo con piscina.
El alojamiento en Delfos se concentra en la parte moderna de la ciudad, desde la que se puede llegar fácilmente a la vieja Delfos. A pesar de la amplia oferta, siempre es aconsejable reservar con antelación.
La forma más rápida y sencilla de llegar a Delfos es alquilar un coche. La ciudad está a unos 170 km de Atenas y se puede llegar fácilmente por la autopista E75.
Quienes prefieran viajar en transporte público pueden tomar un autobús desde Atenas; la duración del trayecto es de unas tres horas y funciona a diario. Sin embargo, no es posible llegar a Delfos en tren porque las dos ciudades no están conectadas.
Otra posibilidad es visitar Delfos en una excursión de un día desde Atenas o puedes elegir una excursión más larga que incluya también una visita a Los Meteoros.
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