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Desde Atenas: Micenas, Epidauro y Nauplia en grupos pequeños
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La joya de la corona de la Argólida, una tierra cuyo nombre ya evoca mitos y leyendas muy lejanos en el tiempo, es el Antiguo Teatro de Epidauro, una construcción milenaria que combina el genio arquitectónico y el misticismo religioso.
Magnífico ejemplo de perfección clásica, caracterizado por una simetría impecable, es una de las principales atracciones del Peloponeso. Es un destino obligado tanto para los que se alojan en la zona, quizá en la bonita ciudad de Nauplia, como para los que quieren hacer emocionantes excursiones de un día desde Atenas.
Hay tantos teatros en Grecia, ¿por qué venir hasta aquí para ver otro? Hay buenas razones. En primer lugar, porque el de Epidauro es uno de los teatros mejor conservados de la Antigüedad; en segundo lugar, porque está rodeado de un hermoso paisaje verde que lo hace especialmente impresionante.
Y luego seguro que tú también querrás probar el juego de la moneda…. Pide a tu guía, compañero o amigo que te espere en el proscenio, sube a la última fila de escalones y haz una señal a tu cómplice para que deje caer una moneda. Increíblemente, podrás oír el sonido de la moneda al golpear el suelo sin necesidad de ningún micrófono, altavoz o auriculares.
Tal es la acústica del Antiguo Teatro de Epidauro que los estudiosos de la arquitectura, los músicos, los actores y los visitantes no dejan de asombrarse. Esta misma maravilla portentosa emociona a los espectadores de las obras y conciertos que aún hoy, más de dos mil años después de su construcción, se celebran en uno de los teatros más bellos de la antigua Grecia.
La magia del mito está más viva que nunca: ven a descubrirla.
El Teatro Antiguo de Epidauro se construyó hacia el siglo IV a.C. según un diseño del arquitecto Policleto el Joven. Se alza en el lado occidental del monte Cynortion y formaba parte de un complejo de edificios que constituían el Templo de Asclepio, el dios griego de la medicina que tenía el centro de su culto en la ciudad de Epidauro.
El santuario dedicado a Asclepio fue considerado en la antigüedad el centro de curación más importante de toda Grecia: gracias a su importancia, la ciudad pudo enriquecerse y dotarse de un teatro que más tarde llegó a ser más famoso que el propio santuario. Los espectáculos de música, canto y juegos dramáticos que se celebraban en el teatro estaban directamente relacionados con este culto, por lo que se creía que asistir a las representaciones tenía un poder beneficioso para la salud del cuerpo y del alma.
La estructura del teatro es la típica de un teatro helenístico clásico, con tres zonas claramente diferenciadas: cavea, una estructura escalonada semicircular reservada al público; orchestra, un espacio circular en el centro del teatro; y stage, que originalmente constaba de un escenario de dos apartamentos y proscenio. El escenario tiene un diámetro de 20 metros.
Actualmente tiene 55 gradas y una capacidad de 14.000 espectadores; originalmente había 34 gradas, 21 fueron añadidas posteriormente por los romanos. Es probable que estos números no sean aleatorios: de hecho, están relacionados con la llamada Sección Áurea de la antigüedad, el número irracional 1,6180339887 al que se asociaban significados simbólicos y religiosos.
Hasta mediados del siglo XIX, el teatro cayó en el olvido, oculto por los árboles y arbustos que crecían en las laderas de la colina. Las primeras excavaciones tuvieron lugar en la segunda mitad del siglo XIX; los trabajos de excavación y restauración continuaron hasta 2016, lo que nos permite hoy admirar un teatro de aspecto muy fiel al original.
A día de hoy, el teatro se sigue utilizando para obras y conciertos; se trata principalmente de tragedias y otras representaciones de teatro clásico, pero también hay ocasionalmente actos contemporáneos con invitados internacionales famosos.
La característica que ha hecho tan famoso al teatro de Epidauro es su acústica: todos los sonidos se oyen desde el proscenio hasta la última fila. Sin ningún tipo de amplificación, se pueden oír incluso sonidos muy débiles, como la caída de una moneda.
Cómo fue posible crear un teatro con una acústica tan perfecta fue un misterio durante siglos, pero tal perfección hacía difícil pensar en la pura casualidad. Sin embargo, tal vez sea así…
Estudios recientes han demostrado que la excepcional acústica del teatro de Epidauro se debe a la piedra caliza con la que se hicieron las gradas de asientos y no a la inclinación del teatro, como se creía hasta ahora.
La piedra áspera actúa como un filtro que elimina los sonidos de baja frecuencia, en particular
las voces de los actores. Las frecuencias que faltan son reconstruidas por el cerebro de los espectadores mediante un mecanismo llamado «tono virtual». Es algo parecido a lo que ocurre durante las conversaciones telefónicas con una señal deficiente.
Es impensable que los arquitectos de la Antigüedad conocieran las cualidades acústicas de la piedra caliza, lo que explica que el excepcional resultado obtenido en Epidauro nunca se haya reproducido en otros teatros griegos.
Participar en una visita guiada convierte la visita en una experiencia esclarecedora: los expertos guías locales te contarán anécdotas fascinantes sobre la construcción del teatro, te mostrarán los secretos de la acústica perfecta y te explicarán los rituales religiosos que tenían lugar aquí. La mayoría de las visitas guiadas desde Atenas al Teatro de Epidauro incluyen también una visita a Micenas, creando una emocionante experiencia de un día entero a través de la historia griega.
Si eres un aficionado a la historia antigua o si el encanto de las ruinas milenarias te resulta irresistible, quédate en la zona después de visitar el Teatro de Epidauro: hay otras atracciones cercanas que podrían interesarte.
Si te quedas en la zona, podrás ver las ruinas del templo de Asclepio, restos del estadio y el Tholos, un edificio circular de mármol blanco cuya función sigue siendo desconocida.
En la ciudad de Epidauro, es posible visitar un museo arqueológico en el que se exponen objetos encontrados en los alrededores.
Llegar al teatro de Epidauro en coche desde Atenas es bastante fácil: sólo tienes que tomar la autopista en dirección a Corinto, salir en el cruce para Epidauro que encontrarás después del canal y desde allí seguir las indicaciones.
Si, por el contrario, quieres viajar en transporte público, prevé al menos un transbordo. No hay autobuses ni trenes directos desde Atenas al teatro: primero tendrás que coger un autobús a Epidauro o Nauplia (a esta última también se puede llegar en tren) y luego un autobús local al teatro.
La forma más fácil de visitar el Antiguo Teatro de Epidauro sin viajar en coche es participar en una excursión de un día desde Atenas o Nauplia.
Las excursiones de un día desde Atenas suelen incluir una visita al Canal de Corinto, el teatro y la ciudad de Nauplia; las de Nauplia suelen incluir Micenas, además del teatro y el Canal de Corinto.
La ciudad de Epidauro está situada en la Argólida, la parte oriental del Peloponeso, la península dentada que forma el extremo meridional de la Grecia continental y está unida al Ática por el canal de Corinto.
Está a 125 km de Atenas y a unos 35 km de Corinto y Micenas. El antiguo teatro se encuentra a unos diez kilómetros del centro de la ciudad.
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