Oculto entre las áridas colinas de Argólida se encuentra uno de los tesoros más preciados de Grecia: las ruinas de Micenas, una de las ciudades-estado más ricas e influyentes del mundo antiguo.
Su apogeo duró nada menos que 400 años, del 1600 al 1200 a.C., durante los cuales la ciudad fue tan importante que dio nombre a toda una época -el periodo micénico- y a una cultura. Una civilización de comerciantes, navegantes y guerreros que consiguió arrebatar a los minoicos la supremacía en el Mediterráneo.
El nombre de Micenas está indisolublemente unido al de su rey más famoso: Agamenón, jefe supremo de todos los griegos en la guerra de Troya, cuyas hazañas hizo inmortales Homero en la Ilíada.
El descubrimiento de las ruinas de Micenas a finales del siglo XIX se lo debemos a los poemas de la ópera: tras leerlos con pasión, el arqueólogo alemán Heinrich Schliemann, ya famoso por el descubrimiento de la ciudad de Troya, partió en busca de la «Micenas rica en oro» mencionada por Homero.
Hoy, tú también puedes experimentar la emoción de atravesar la imponente puerta de entrada a una de las ciudades que han marcado la historia de la humanidad y caminar por senderos y callejuelas que antaño pisaron reyes, guerreros y doncellas.
En Micenas hay básicamente dos atracciones: el parque arqueológico con las ruinas de la antigua Micenas y el museo arqueológico.

El símbolo de Micenas es la Puerta del León, la majestuosa entrada a la ciudad. La puerta, de más de tres metros de altura, está coronada por un monolito decorado con dos leones enfrentados a ambos lados de una columna. Es casi seguro que la columna sirvió para sostener una estatuilla, pero no se pudo definir su tema. ¿Representaba al hombre más poderoso de la ciudad? ¿Un animal sagrado? ¿Una divinidad? La respuesta sigue rodeada de misterio y aumenta el atractivo de entrar en la antigua ciudad.
Al cruzar el umbral, intenta imaginarte como el arqueólogo Schliemann entrando por primera vez en la mítica ciudad de Micenas.
La Puerta del León se abre a lo largo del complejo amurallado que protegía la antigua ciudad, conocido como las Murallas Ciclópeas debido a su enorme tamaño (¡el grosor oscila entre 3 y hasta 8 metros!). Según la leyenda, la construcción de tan imponentes murallas sólo fue posible con la ayuda de un cíclope, los gigantes tuertos de la tradición homérica.
Pasada la Puerta del León, subiendo por estrechos senderos y escaleras, puedes llegar al palacio real de Agamenón y ver los restos de los aposentos privados de uno de los reyes más famosos de la antigua Grecia, las mismas habitaciones en las que probablemente fue asesinado.
Otra parada ineludible en una visita a la antigua Micenas es el Tesoro de Atreo, también conocido como la Tumba de Agamenón. Se trata de una construcción circular donde sin duda fue enterrado un miembro de la familia real, pero nunca se ha demostrado que fuera el propio Agamenón. Una vez más, el misterio aumenta la fascinación del lugar.
En la zona se han descubierto otras seis tumbas circulares con los restos de 19 personas, conocidas como las Tumbas de los Reyes. Entre ellas se encuentra la Tumba de Clitemnestra, esposa de Agamenón.

Al pie de la antigua ciudadela se encuentra el Museo Arqueológico de Micenas, interesante de visitar antes o después de las ruinas históricas para comprender mejor la importancia de esta ciudad en el mundo antiguo y la sofisticación de la civilización micénica.
Una exposición fotográfica recorre la historia de las excavaciones que dieron vida a este fascinante tesoro, mientras que una colección de más de 2.500 objetos te introducirá en la civilización micénica en todas sus facetas.
Algunas de las más bellas obras de arte y artesanía halladas en las excavaciones de Micenas, como la famosa Máscara de Agamenón, pueden admirarse en el Museo Arqueológico de Atenas.

La mejor forma de llegar a Micenas es con un coche de alquiler. Desde Atenas, toma la autopista a Corinto y sigue en dirección a Trípoli unos 25 km hasta que encuentres el cruce a Nauplia. Sigue recto hasta que encuentres la salida a Micenas. La duración del viaje es de unas dos horas.
Si prefieres viajar en transporte público, puedes tomar un autobús desde Atenas en dirección a Nauplia, que sale aproximadamente cada hora. La duración del trayecto es de unas dos horas, pero desde la parada del autobús para llegar al parque arqueológico tendrás que tomar un autobús local o caminar un poco.
Otra posibilidad es visitar Micenas en una visita guiada con salida desde Atenas. Puedes elegir entre varias propuestas: los itinerarios clásicos incluyen paradas en los lugares más famosos de la Argólida, como Epidauro y Nauplia, o puedes combinar la visita a Micenas con un recorrido en barco por el Canal de Corinto.
No hay hoteles en las inmediaciones del parque arqueológico de Micenas. La mayoría de los turistas reservan en hoteles en Nauplia, donde la oferta hotelera es muy variada, con propuestas para todos los bolsillos que van desde pensiones familiares baratas a hoteles de lujo con piscina.
Lugares más cercanos a Micenas son Argos e Ireos, donde, sin embargo, predomina el alojamiento de la categoría de precios media-baja, por lo que se recomiendan para viajeros de bajo coste y no para quienes busquen algo exclusivo.
La ciudad de Micenas está situada en la Argólida, región griega de la península del Peloponeso, a una distancia aproximada de 130 km al sureste de Atenas y a unos 20 km de Nauplia (capital regional, también llamada Napflio). El mar está a unos 30 km.