Lipsi

Lipsi (también llamada Lipsoi o Lisso) es una pequeña joya de serenidad enclavada en el azul del Egeo meridional.

Es una isla diminuta, de sólo 8 kilómetros de largo, y escasamente poblada: sólo tiene 800 habitantes, todos concentrados en un único pueblo, el del puerto de llegada. Circulan pocos coches: la isla se recorre a pie, o como mucho se coge un taxi acuático para llegar a las playas más bonitas.

Lipsi debe vivirse a un ritmo lento, sin una lista en mente de cosas que ver y hacer. Los días aquí transcurren tranquilamente, admirando escarpadas colinas y encantadoras bahías bañadas por un mar azul, tomando el sol en playas solitarias, vagando sin rumbo por las calles empedradas del pueblo. Por la noche, todos se reúnen en el paseo marítimo para cenar pescado y tomar un vaso de ouzo, quizá del que fabrica la ouzeria local.

Entablar amistad con los lugareños o con los extranjeros que se han trasladado a vivir aquí es fácil, como lo es enamorarse perdidamente de la isla y comprender por qué Ulises no se rebeló durante años contra la ninfa Calipso que lo mantenía prisionero aquí. O eso nos dice el mito homérico.

La realidad es que un gran número de visitantes se concentra en los dos meses de verano, pero el desarrollo turístico no ha sido tumultuoso y devastador como en otras islas. La belleza de la isla se ha conservado gracias a un plan maestro con visión de futuro que impide la construcción de edificios de más de dos plantas. No hay megahoteles ni complejos turísticos, ni siquiera enormes cruceros.

Como hay poco que hacer aparte de caminar, bucear y zambullirse, hay tiempo de sobra para entregarse a los placeres de la mesa. No te pierdas las especialidades típicas de Lipsi: el queso myzithra, elaborado con leche de cabra y agua de mar, y la miel de tomillo.

Playas de Lipsi

Las playas de Lipsi son todas libres y no están equipadas; como mucho encontrarás las típicas tabernas de playa, estupendas para tomar algo y comer junto al mar y dejar en casa los bocadillos y las bebidas, que se suman al peso de bolsas y mochilas.

La isla es tan pequeña que, si te gusta caminar, no necesitarás coger el coche para llegar a playas salvajes y solitarias. Los que no quieran esforzarse pueden llegar fácilmente en ciclomotor.

A pesar de ser pequeña, Lipsi tiene un buen número de playas diferentes, por lo que puede complacer tanto a los amantes de las playas de arena como a los que prefieren las rocosas y de guijarros.

Las playas de arena más bonitas de Lipsi son Katsadia, Kampos, Tourkonima, Platys Gialos y Lientou. Si te gustan más las playas de guijarros o rocosas, las que no te puedes perder son Hohlakoura, Xerokampos, Papantria y Monodendri.

De todas ellas, las tres playas más famosas son Liendou, Platy Gialos y Monodendri. La primera es una bonita playa urbana, situada a poca distancia del puerto deportivo del pueblo. No es ni mucho menos la playa más bonita de la isla, pero es perfecta para relajarse un poco sin tener que ir muy lejos.

Platy Gialos tiene más ambiente, pero la más espectacular con diferencia es sin duda Monodendri, una lengua de guijarros situada entre promontorios bajos de rocas planas en cuya cima crece un pino solitario que da nombre a la playa (Monodendri significa «árbol solitario»). En este lugar, el mar, de magníficos tonos azules, es especialmente claro, lo que convierte a Monodendri en una playa ideal para los aficionados al buceo con tubo.

También recomendamos la playa de Eleni, especialmente recomendada para los naturistas: aquí es posible tomar el sol totalmente protegido de miradas indiscretas.

Qué ver en Lipsi

La pequeña isla de Lipsi no ofrece atractivos culturales: lo que hay que ver son sus bellos paisajes y sus impresionantes puestas de sol.

El pueblo de Lipsi es una tranquila aldea de pescadores con un bonito y pequeño puerto alrededor del cual se encuentran las inevitables tabernas tradicionales y un pequeño número de tiendecitas. Todo el pueblo se puede circunnavegar fácilmente en sólo 15 minutos, sin ansiedad ni prisas: es un destino donde puedes abandonar el ajetreo de la vida moderna y redescubrir el gusto por las cosas sencillas.

A quienes les guste caminar, pueden seguir una calle peatonal pavimentada que lleva desde la iglesia Kimisi tis Theotoku hasta el templo de Ano Kimisi o llegar hasta el molino Aravis, en el punto más alto de la Chora (el centro histórico del pueblo). Las vistas del Egeo desde este mirador son espectaculares.

En el punto más alto de la isla se encuentran los restos de un castillo y de la antigua acrópolis. Es un lugar muy pintoresco, perfecto para quienes buscan un momento de soledad y serenidad.

Dónde alojarse en Lipsi

No es difícil elegir dónde alojarse en Lipsi porque sólo hay una ciudad, que es también el único centro turístico de la isla.

Las instalaciones de alojamiento son sencillas pero cómodas y están bien mantenidas; hay pocos hoteles, la mayoría de los alojamientos turísticos son apartamentos y estudios. Los precios son muy baratos, muy inferiores a los de las islas más populares. Por otra parte, hay menos oferta de alojamiento: si viajas en julio y agosto, conviene reservar con antelación para no arriesgarse a que se agoten las plazas.

Para los amantes del lujo, Lipsi no es la opción ideal: lo más que puedes encontrar es un hotel de 3 estrellas y un par de encantadoras villas con vistas al mar. Nada de spas, mobiliario de diseño y otros lujos que ahora esperarías encontrar en los establecimientos más chic.

Hoteles recomendados en Lipsi

Ofrecemos una selección de hoteles en Lipsi para todas las categorías de viajeros. Los más reservados por los turistas son los hoteles frente al mar, a menudo directamente en la playa. Si quieres ir a lo seguro, elige uno de los siguientes: están entre los hoteles más reservados de Lipsi ordenados según el número de opiniones.

Apartamentos y casas de vacaciones en Lipsi

Si prefiere el espacio, la intimidad y la posibilidad de preparar las comidas de forma independiente a unas vacaciones en un hotel, reserve una casa de vacaciones en Lipsi. A continuación te recomendamos algunas, pero en este caso te aconsejamos que reserves pronto porque las casas y pisos de alquiler en Lipsi están muy solicitados.

Cómo llegar a Lipsi

Lipsi no tiene aeropuerto, así que para llegar hay que viajar a una de las islas vecinas y desde allí continuar en ferry.

La forma más fácil y normalmente más barata de llegar a Lipsi es coger un vuelo a Kos y desde allí un ferry o hidroala. Este último es más rápido (la travesía marítima sólo dura 3 horas), pero el coste es ligeramente superior.

Alternativamente, puedes tomar un vuelo a Samos o Rodas. Esta última isla es probablemente la que ofrece más vuelos baratos a/desde Europa, pero también es la más alejada de Lipsi: los transbordadores son menos frecuentes y la travesía marítima dura más tiempo.

Si no encuentras vuelos baratos a Kos, Samos o Rodas (muchos son vuelos de temporada y se agotan rápidamente), plantéate volar a Atenas y coger un ferry en el puerto del Pireo: sólo sale una vez a la semana, por lo que hay que organizarse muy bien en cuanto a horarios. Calcula una noche entera en el mar para llegar a tu destino.

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